Consideramos que debéis leerlo porque nos habla de algunos conceptos relacionados con la literatura infantil que, como futuros docentes, debemos conocer. Creemos que es fundamental desarrollar el gusto por la lectura en nuestros alumnos, y el autor de este artículo nos ofrece algunas claves que, a su juicio, deben tenerse en cuenta a la hora de fomentarla.
A continuación os presentamos un breve resumen de dicho artículo, que os ayudará a haceros una idea general del mismo.
RESUMEN
El artículo aborda el tema de la literatura infantil y juvenil y su tratamiento en los centros educativos. Dicha literatura tiene como receptor al niño, idea caracterizada por ser común. El autor opina que la literatura infantil no solo se puede encontrar en los libros, sino que se puede ir más allá, e incluye la poesía y el teatro como ejemplos de ello, siempre que tengan un carácter lúdico y creativo, y no meramente formativo. También defiende que no por ser literatura infantil deja de ser literatura y ha de tener la calidad necesaria.
Otro aspecto tratado es la clasificación de la literatura infantil en tres tipos: ganada, creada e instrumentalizada, siendo esta última la generadora de mayor polémica.
Se destacan factores sociales, educativos y endógenos, puesto que son los que ayudan a crear una literatura infantil de calidad.
En el artículo se exponen dos tesis que plantean opiniones contrapuestas. La tesis liberal (niega la existencia de la literatura infantil así como la necesidad de crearla), y la tesis dirigista (propugna una literatura específica para los niños).
www.bne.es |
Según Cervera, la literatura no tiene porqué tener un fin didáctico, sino placentero y lúdico para los estudiantes.
El autor opina que la escuela en España promociona la literatura infantil de la manera más eficaz, estadio por el que han de pasar los países que están en periodo de desarrollo en cuanto a literatura infantil, aunque el mantenimiento indefinido de esta situación en las escuelas conlleva consecuencias destacables, como los riesgos de instrumentalización y los enfrentamientos entre editoriales, profesores y alumnos.
Por todo ello, se afirma que actualmente existe un menosprecio a la literatura infantil causado por producciones tanto del pasado como actuales. Este panorama está cambiando debido a las publicaciones de algunos autores, pero sin duda aún queda un largo camino.
Por último, Cervera apunta que las reformas educativas pretenden introducir la asignatura "Didáctica de la Lengua y la Literatura" en las universidades y de forma obligatoria, por lo que la asignatura de literatura infantil y juvenil está pasando por una fuerte expansión y un gran crecimiento.
Sobre el autor:
Juan Cervera Borrás nació en Cervera del Maestre, Castellón. Su vida científica y profesional corre pareja a la evolución de la Literatura Infantil en España, lo que se pone de manifiesto tanto en su labor docente (desarrollada desde 1971 hasta el final de sus días, en 1996) como en su obra de creación y científica caracterizada por una constante inquietud y curiosidad, junto con un tesón y una constancia encomiables.
La literatura infantil existe y es necesaria. Como dice J. Cervera, es un hecho indiscutible y en crecimiento debido a su continuo fomento.
ResponderEliminarDentro de la LIJ encontramos todo tipo de producciones, no solo los clásicos de la narrativa, la poesía y el teatro, sino también las canciones de corro, las adivinanzas y los juegos que hacen disfrutar a los niños con su lectura y satisfacen sus necesidades.
Estoy de acuerdo en que leer es un acto voluntario y, como tal, no debe ser encorsetado con normas y deberes. Todo lo contrario: cada uno debe buscar sus propias estrategias y motivaciones para que la lectura sea siempre una actividad gratificante.
Por tanto, como docentes debemos inculcar que la lectura es una fuente inagotable de satisfacción y placer que nos permite soñar, fantasear, despertar curiosidades, describir emociones… y evitar su instrumentalización para educar o moralizar ya que “el principal fin de la lectura es el placer, no el didáctico (M. de Válgoma)".
Una vez leído el artículo “En torno a la literatura infantil” elaborado por Juan Cervera Borrás, he podido corroborar que la literatura infantil y juvenil (LIJ) no siempre ha sido considerada como tal, ya que anteriormente los libros no eran escritos para un público lector infantil, pero con el paso del tiempo este aspecto ha creado diversas polémicas en torno a la existencia de dicha literatura. Se discute la necesidad de tener una literatura propia para los niños que les divierta.
ResponderEliminarAhora bien, quiero destacar que comparto el comentario expuesto por Juan Carlos Merlo cuando dice que la literatura infantil debe entenderse como el “goce exclusivo de los niños lectores”, pues considero que la lectura debe hacerse por placer y no por necesidad u obligación, aspecto muy destacado actualmente en los centros educativos.
Los niños se inician en la lectura en edades tempranas porque les gusta, les motiva, se divierten con la temática y consiguen complementar su imaginación junto con las ilustraciones que aparecen en los libros, pero con el paso de los años, en los centros los maestros hacen uso de éstos con un fin didáctico y los estudiantes terminan aburriendo lo que en principio les gustaba.
En el artículo aparecen tres tipos de literatura: ganada, creada e instrumentalizada. Tengo que decir que tenía nociones de los dos primeros tipos de literatura y en menor medida de la última, ya que el año pasado cursé la optativa de “Literatura infantil y juvenil Catalana”. Una vez me he informado de qué se entiende como literatura instrumentalizada, he llegado a la conclusión de que este tipo de lecturas son las que te obligan a realizar un trabajo, un resumen, comentarios de texto, etc. En definitiva, lecturas que tienen un fin calificativo. Por ello, los niños se sienten presionados y terminan odiando la lectura porque no leen por placer sino por conseguir un aprobado. De esta forma, no disfrutan y no consiguen evadirse por unos instantes del mundo e insertarse en sus historias. Como bien dice Rosa Mª Cabo, “Hoy no existe niño que no haya leído un buen número de Teos, Nicos, Anas…, y en su mayor parte horrorosamente ilustrados. La mayoría de maestros creen que estos libros son didácticos”.
En mi opinión, la literatura ha de responder a las necesidades íntimas del niño y no ha de imponerse, es decir, la lectura no debe ser utilizada como evaluación. Los estudiantes no tienen que desarrollar el sentimiento de que se les está poniendo a prueba tras le lectura, sino entenderla como un tiempo de ocio personal. También, considero que es muy importante la formación del profesorado, ya que éstos deben adquirir conocimientos sobre la literatura infantil y juvenil para poder transmitirla con el mayor gusto posible, por ello, deben conocer varias obras y autores que aporten al alumnado un enriquecimiento lector. Además, la literatura permite desarrollar muchos aspectos de la persona como: la creatividad, la imaginación, los sentimientos o emociones, etc. No se trata de leer para aprender gramática, sino leer para conocerse a uno mismo.
Como futuros docentes, tenemos que conseguir que la lectura guste al inicio, pero también perdure ese gusto a lo largo de la vida y no permitir que con el tiempo pierda valor. Por ello, hay que realizar un gran cambio en el panorama actual de la Literatura Infantil y Juvenil, y este cambio debe empezar por el profesorado ofertando al alumnado la posibilidad de seleccionar sus lecturas, pero siempre bajo su supervisión.
“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Jorge Luis Borges.
Cristina Galán Cabrera.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, está claro que existe una literatura infantil. Probablemente, la definición de Marisa BORTOLUSSI “la obra estética destinada a un público infantil” quedaría incompleta e incluso confusa porque en ella no se vería reflejada la literatura “ganada”. Por tanto, pienso que el problema se encuentra en dar una definición de literatura infantil. Ésta no tiene porqué tener unas restricciones absolutas en la diversidad temática, sino que debería centrarse en los intereses de los niños (en este punto cabe destacar que no defiendo los estereotipos), intereses que pueden llegar a ser muy diversos e incluso coincidentes con los de algunos adultos. Por tanto, lo que importa no es la temática, sino qué lenguaje utiliza el autor para contar, como expresa Michael Ende, citado en el artículo.
ResponderEliminarPor otro lado, también estoy de acuerdo con Juan Carlos Merlo en el sentido en que la literatura infantil no debe tener una finalidad didáctica. La literatura infantil debería tener como objetivo el disfrute y goce de los niños con la lectura y a partir de ahí, ellos ya se irán enriqueciendo en todos los sentidos. Pero, si ponemos desde el inicio una meta didáctica a la lectura, posiblemente los alumnos la rechazarán.
Por ello, como docentes debemos conocer a nuestros alumnos para saber que temas podemos proponer en clase, fomentar la lectura en el aula y en el tiempo de ocio y sobre todo tener claro qué es lo que queremos conseguir con ello, lo cual, desde mi punto de vista, no será aprender a redactar haciendo comentarios de texto, aprender gramática, etc., sino que ellos disfruten de la literatura y ya con eso, aprenderán sin darse cuenta.
Regina García Candela
Tras una atenta lectura del artículo y su posterior reflexión, puedo decir que estoy de acuerdo con la tesis defendida por el autor, relativa a que se tiende a utilizar con los niños una literatura instrumentalizada que en muchos casos carece de creatividad, pretendiendo más que nada objetivos gramaticales, en lugar de fomentar la lectura de forma lúdica para disfrutar de ella. Esta puede ser la razón por la que los niños abandonan la lectura desde edades muy tempranas, ya que este tipo de libros pueden ser bastante aburridos y no satisfacen las necesidades de un niño, sino las del profesor.
ResponderEliminarEn mi opinión, las obras de literatura infantil y juvenil deberían estar destinadas a la diversión y el disfrute de los niños, aunque en muchas ocasiones gusten también a los adultos. Es cierto que tiene que existir una adaptación en estas obras, sobre todo en las destinadas a un público de edades tempranas, en las que el lenguaje es muy simple y en la que predominarían las ilustraciones, pero lo más importante es que los alumnos tengan interés en leerlas no como una tarea más que realizar en casa junto con el resto de deberes, sino como disfrute de su tiempo de ocio, aunque eso no quiere decir que después en clase no se hable sobre los libros que los alumnos han leído, favoreciendo el libre intercambio de opiniones entre ellos, con lo que se enriquecerán y aumentará su interés por la lectura.
Al igual que el resto de mis compañeras considero que la literatura infantil y juvenil tiene un papel fundamental en el desarrollo de los niños, pues mediante ésta se aprende de forma lúdica. Sin embargo, caemos en el error de imponer la lectura de un libro sin tener en cuenta los intereses y gustos de los niños, de tal forma que leer pasa a convertirse en una obligación.
ResponderEliminarAdemás, como bien se menciona en el artículo, en las escuelas suele predominar la intención didáctica sobre la literaria, con múltiples ejercicios y pruebas que puedan ser evaluables por el profesor, y esto provoca que los niños asocien la lectura con el hecho de tener deberes.
Deben ser los propios niños los que decidan que libro quieren leer. Nosotros debemos orientar y motivar, pero para ello está claro que necesitamos cultura literaria. Por esta razón quiero hacer hincapié en que considero que a lo largo de la carrera deberíamos tener más información sobre ésta. Es cierto que en tercero de carrera hemos tenido una optativa de literatura infantil y juvenil catalana, pero ¿y de la castellana?
Creo que esta cuestión deja en evidencia la poca importancia que se le está dando a la cultura literaria en la formación universitaria de futuros maestros.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTras haber leído el artículo "En torno a la literatura infantil" de Juan Cervera Borrás, considero que la literatura infantil es necesaria en la vida de los niños, ya que les aporta no solo aspectos de la lengua o conocimientos, sino creatividad. Pienso que como maestros deberíamos fomentar el gusto por leer y crear ese hábito en los niños, pero resulta una tarea difícil llevarlo a cabo a la vez que adoctrinarles sin que lleguen a percibir esa enseñanza o educación que pretendemos que interioricen.
ResponderEliminarPor otro lado, la instrumentalización que se crea alrededor de esta literatura es un aspecto que afecta a los niños, ya que ellos ven la literatura como algo didáctico, que tiene como fin aprender cosas sobre la asignatura. Por ello, tienden a relacionar los libros con cuestionarios y ejercicios que se hacen de forma masiva. Lo interesante desde mi punto de vista, sería acercar a los niños a la literatura despertando su interés por ella, transmitiéndoles la curiosidad que suscita y además que vean que nosotros disfrutamos leyendo esos libros. Por tanto, estoy de acuerdo con Benavente en cuanto a que la literatura infantil divierte tanto a los menores como a los mayores.
Además, coincido con lo expuesto en el artículo sobre que a los autores de los libros no se les debería de poner límites en cuanto
a su libertad de creación, porque sino ya no sería un arte. Creo que es importante que los autores se sientan bien con lo que escriben y utilicen sus propias palabras y su expresión personal y de esa manera a los niños les llegue la lectura de una forma más plena.
Finalmente, estoy de acuerdo en que la literatura infantil está sufriendo un gran crecimiento. Pienso que cada vez la sociedad se conciencia más sobre su necesidad, y la manera de abarcarla,
ya que muchos niños la conocen a través de la escuela y los maestros somos los encargados de acercarles de una manera lúdica y placentera a la lectura, de tal manera que deje huellas en sus vidas para siempre.