miércoles, 16 de octubre de 2013

Práctica BLIJ (II): La animación a la lectura desde edades tempranas.

Fuente
Autor: Pedro César Cerillo Torremocha.
Catedrático de Didáctica de la Lengua y la Literatura y Director del CEPLI. Universidad de Castilla La Mancha. 






Reseña
Pedro César Cerillo, comienza destacando la existencia de dos tipos de sociedad que identifica como diferentes, la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento. Expone que en nuestra sociedad la lectura, no es un ejercicio normalizado, ya que no se considera una necesidad inmediata y por ello ocupa un reducido puesto en el tiempo libre de los españoles. Además, un estudio publicado en 2004 (datos del año 2002) muestra que, en el orden de preferencia de actividades en el tiempo de ocio, la lectura queda en el penúltimo lugar. No obstante, España es el quinto país del mundo en producción editorial. Por tanto, España cuenta con una gran potencia editorial, pero no lectora.

Por otro lado, en el artículo se expone que aunque nunca se ha leído tanto como ahora, ni tampoco han existido tantos libros, leer no está de moda. Es una actividad poco valorada, sobre todo por los medios de comunicación. Por ello, muchos adolescentes lectores sienten vergüenza ante su grupo de amigos a la hora de reconocerse como tal.

Gil Calvo, comenta que la lectura está sufriendo cambios importantes y habla de una desnaturalización lectora. Explica que en general se lee como práctica instrumental, es decir, como fuente de información y no como fuente de conocimiento. Y esto, es peligroso. 

Cerillo también expone que, hay muchos tipos de lectura, aunque la mayoría instrumentales, pero destaca que la verdadera lectura es la voluntaria. Las lecturas obligatorias (LIJ) son las lecturas escolares, y hay que aceptarlas y realizarlas. Pero hay que demostrarles que esas lecturas serán importantes para ellos.       
Ahora bien, se destaca la necesidad de saber que nos podemos encontrar con dos problemas: la necesaria convivencia de la lectura obligatoria y la lectura voluntaria, por un lado, algo que no siempre es posible lograr en el ámbito escolar. Y, por otro lado, la selección de esas lecturas obligatorias, de forma que se pueda producir una relación de empatía entre el lector y el libro obligado. 

Con respecto al objetivo de la animación a la lectura, se comenta que debiera ser la mejora de los hábitos lectores de los individuos a quienes se dirige la animación, hasta lograr crear en ellos hábitos lectores estables. Y, parece que hoy se entiende como animación a la lectura, el conjunto de actividades, técnicas y estrategias que persiguen la práctica de la lectura. No obstante, la meta debería centrarse en formar lectores activos, capaces de comprender mensajes diferentes y de relacionar una historia en su contexto.
En el documento, se afirma que los ámbitos de la animación son de dos tipos: formales (la escuela y la biblioteca) y no formales (la familia, los medios de comunicación, los clubes de lectura, las tertulias literarias o las librerías, entre otros posibles).

También, se dice que hay estrategias y técnicas que necesitan la lectura previa de un libro y hay otras que no necesitan esa lectura previa. En cualquiera de los casos, la Animación a la Lectura requiere unas condiciones previas. Además, en cualquier estrategia o técnica programada el animador debe tener en cuenta: los destinatarios, el libro, el carácter grupal o colectivo, las actividades a realizar, la existencia de un espacio para la lectura individual y silenciosa, la periodicidad, los materiales y el componente no utilitario de la estrategia.

Finalmente, se exponen los elementos negativos más peligrosos en una animación. Estos son la obligatoriedad de la animación y que esta se identifique como un trabajo de clase más. 

Valoración personal (opinión)
En mi opinión, la lectura debería ser considerada a día de hoy, un bien al que deberían tener acceso todas las personas.
También considero que es imprescindible fomentar el hábito lector desde edades tempranas, pero siempre mostrando dicho hábito desde el propio entorno del niño, de modo que para éste la lectura se convierta en algo natural empleado en su ámbito familiar. Ahora bien, también considero muy importante que en el lector nuevo, las historias que escucha en su inicio como tal, sean interesantes, divertidas, es decir, que despierten su motivación. Y sobre todo, y lo más relevante es que no se sienta obligado a realizar las lecturas, no hay que imponérselas. Tampoco debemos cortar su capacidad para creer en cosas fantásticas, para imaginar mundos maravillosos o para sentirse cerca de los personajes. 
Como bien comentamos en clase, hay muchas razones por las que se debe leer, algunas de ellas son:
  • Integrarse en la sociedad.
  • Favorecer la autonomía.
  • Conseguir información.
  • Entretenerse/ Evadirse.
  • Aprender (ampliar conocimiento).
  • Empatizar.
  • Desarrollar un espíritu crítico.
  • Despertar emociones.
  • Comprender...

Todas estas razones, son las que en primera instancia la familia debería tomar conciencia para intentar transmitírselas a sus hijos despertando la curiosidad de éstos, hasta llegar a convertirlos en lectores habituales por placer. Y desde la escuela, proporcionarles lecturas divertidas, funcionales, teniendo en cuenta los intereses de los alumnos, y mostrando la biblioteca como un lugar donde evadirse por unos instantes de la realidad y disfrutar de nuevas historias y aventuras.   
Fuente
Cristina Galán Cabrera.

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